"Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática."
Hoy se cumple otro aniversario del fallecimiento del Dr. Raúl Alfonsín. Ese hombre que cumplió con lo que le prometió al pueblo: Democracia y Justicia. De su mano la gente volvió a transitar sin miedo por las calles, atrás quedarían los secuestros, los asesinatos y los desaparecidos.
Nos toca recordar a Alfonsín. Ya no está presente físicamente, pero la nostalgia no puede ser nuestra bandera. Debemos homenajearlo, y por ello, construir el futuro, y trabajar por mejorar una democracia con grandes deudas pendientes y con miles de personas que han caído en la pobreza y en la marginalidad durante estos años.
Es fundamental también luchar contra la violación actual de los derechos humanos, que se sucede en la cotidianeidad de nuestras vidas, y no sólo se concentra en el periodo histórico de 1976 – 1983, sino que reside en cada indocumentado, en cada desprotegido social, en cada desamparado que existe en nuestra república.
El mayor legado que Raúl nos dejó es la consolidación de la democracia social. Hay que seguir trabajando para ello y eso se lograra erradicando el hambre, la falta de oportunidades, la desigualdad, la inseguridad ciudadana, el irrestricto acceso a la vivienda.
También lo lograremos sosteniendo la participación ciudadana como factor esencial de la democracia en lo económico y en lo social, basados ambos en los valores de la Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Solidaridad, como así también, en el respeto a las garantías de las libertades individuales del ámbito privado. Debemos hacerlo enarbolando la bandera de la tolerancia a la diversidad sexual como de los derechos de libertad e igualdad de la mujer, oponiéndose a toda manifestación de brutalidad generadas al alero del machismo, reconociendo también, desde otra perspectiva, el derecho de cada mujer a decidir acerca de los métodos de anticoncepción
También debemos sostener la lucha por seguir afianzando una educación que sea verdaderamente pública, gratuita e igualadora, que construya ciudadanos con normas y valores, que logren la construcción de una democracia más sólida. Repensar nuestros pensamientos económicos políticos, para alcanzar una redistribución de la riqueza, logrando una federalización verdadera que consiga las autonomías de nuestros pueblos ante cualquier poder opresor.
Las ideas, las acciones, los hechos y los errores de Raúl, además de ser un aprendizaje para toda nuestra generación nacida al alero de la democracia de la paz, la vida y la libertad, es reivindicar la epopeya transformadora del 83. Esto implica construir y realizar política con responsabilidad y valentía. No sirve seguir erigiendo desde la nostalgia y el rencor, sino que debemos tomar la bandera de las ideas de Alfonsín para seguir construyendo el país con el que soñamos.
Así realizaremos el recuerdo y el homenaje al hombre que nos enseño, en política se milita por la vida, por la paz. Que nos enseño los únicos adversarios acérrimos son las ideas del atraso, la desigualdad, la intolerancia social, el pensamiento de subdesarrollo, el hambre y la falta de oportunidades.
Que nos dijo "Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática."
Gracias Raúl Alfonsín.
JÓVENES R SAN PEDRO
Hoy se cumple otro aniversario del fallecimiento del Dr. Raúl Alfonsín. Ese hombre que cumplió con lo que le prometió al pueblo: Democracia y Justicia. De su mano la gente volvió a transitar sin miedo por las calles, atrás quedarían los secuestros, los asesinatos y los desaparecidos.
Nos toca recordar a Alfonsín. Ya no está presente físicamente, pero la nostalgia no puede ser nuestra bandera. Debemos homenajearlo, y por ello, construir el futuro, y trabajar por mejorar una democracia con grandes deudas pendientes y con miles de personas que han caído en la pobreza y en la marginalidad durante estos años.
Es fundamental también luchar contra la violación actual de los derechos humanos, que se sucede en la cotidianeidad de nuestras vidas, y no sólo se concentra en el periodo histórico de 1976 – 1983, sino que reside en cada indocumentado, en cada desprotegido social, en cada desamparado que existe en nuestra república.
El mayor legado que Raúl nos dejó es la consolidación de la democracia social. Hay que seguir trabajando para ello y eso se lograra erradicando el hambre, la falta de oportunidades, la desigualdad, la inseguridad ciudadana, el irrestricto acceso a la vivienda.
También lo lograremos sosteniendo la participación ciudadana como factor esencial de la democracia en lo económico y en lo social, basados ambos en los valores de la Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Solidaridad, como así también, en el respeto a las garantías de las libertades individuales del ámbito privado. Debemos hacerlo enarbolando la bandera de la tolerancia a la diversidad sexual como de los derechos de libertad e igualdad de la mujer, oponiéndose a toda manifestación de brutalidad generadas al alero del machismo, reconociendo también, desde otra perspectiva, el derecho de cada mujer a decidir acerca de los métodos de anticoncepción
También debemos sostener la lucha por seguir afianzando una educación que sea verdaderamente pública, gratuita e igualadora, que construya ciudadanos con normas y valores, que logren la construcción de una democracia más sólida. Repensar nuestros pensamientos económicos políticos, para alcanzar una redistribución de la riqueza, logrando una federalización verdadera que consiga las autonomías de nuestros pueblos ante cualquier poder opresor.
Las ideas, las acciones, los hechos y los errores de Raúl, además de ser un aprendizaje para toda nuestra generación nacida al alero de la democracia de la paz, la vida y la libertad, es reivindicar la epopeya transformadora del 83. Esto implica construir y realizar política con responsabilidad y valentía. No sirve seguir erigiendo desde la nostalgia y el rencor, sino que debemos tomar la bandera de las ideas de Alfonsín para seguir construyendo el país con el que soñamos.
Así realizaremos el recuerdo y el homenaje al hombre que nos enseño, en política se milita por la vida, por la paz. Que nos enseño los únicos adversarios acérrimos son las ideas del atraso, la desigualdad, la intolerancia social, el pensamiento de subdesarrollo, el hambre y la falta de oportunidades.
Que nos dijo "Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática."
Gracias Raúl Alfonsín.
JÓVENES R SAN PEDRO