Cuatro muchachos de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) viajaron el viernes 21 a la Vuelta de Obligado con la idea de acampar hasta el domingo y colocar el cartel de la entrada al lugar, donde se indicaba que era un Sitio Histórico Nacional. Ese día no pudieron adelantar nada porque no les consiguieron electricidad que les habían prometido. Y, además, fueron hostigados por funcionarios y empleados de la municipalidad que no querían que se colocara el cartel (elaborado por Claudio Loiseau, director del Departamento de Diseño de la UNLa).
Daniel López, Francis Mojica, Fernando Recupero y Daniel Minieri fueron como voluntarios, viajaron 180 kilómetros en vehículo propio y se pagaron la nafta. Llevaron dos juegos de cadenas que pesaban 400 kilos. Cargaron, además, herramientas y materiales de trabajo (una máquina de gran porte para cortar hierro, dos amoladoras de mano, una dobladora de caños, una soldadora eléctrica, elementos de iluminación para trabajo nocturno, taladros con percutor, taladro para trabajo liviano, 10 kilos de electrodos, 30 metros lineales de hierro ángulo, 40 metros lineales de planchuela de 80 mm, 24 litros de pintura de diferentes tipos, guantes, antiparras, guardapolvos con plomo y otros elementos de seguridad para el trabajo, además de equipo y víveres para montar un campamento de tres días). Todo esto pesaba 250 kilos.
Los emisarios del intendente primero quisieron impedir que se colocara el cartel, alegando que los muchachos carecían de un permiso de la municipalidad. Después, pretendían que se dejara en el suelo, a un costado.
En la noche de ese viernes, César González Trejo y yo (Roberto Bardini) llamamos a tres funcionarios municipales (el secretario de gabinete, el delegado zonal y el secretario de cultura). En síntesis, en el transcurso de diferentes discusiones les dijimos que si el domingo llegábamos con la combi de la universidad –que trasladaba a los muchachos de deporte y atletismo– y el cartel no estaba, se iba a armar la podrida. En algún momento le prometí a uno que entre los de la Universidad y los veteranos de Malvinas los íbamos a cagar a trompadas y que después íbamos a incendiar el centro de San Pedro. (N. de la R.: Esto se suma a la gestión que el Presidente de la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a la Vuelta de Obligado, Señor Luis Launay también realizaba ante autoridades municipales y el Secretario General Sr. Daniel Brion ante el Consejo Deliberante)
Los cuatro muchachos se mataron laburando todo el sábado, contra el reloj. En ningún momento recibieron algún respaldo de alguien de la Comisión. (N. de la R.: La situación hizo que pensaran eso, mientras desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se agotaban instancias para tratar de ayudarles)
El mismo día del acto, Juan Loiseau, director de la carrera de Deportes y Atletismo de la UNLa, tuvo que "apretar" al locutor oficial para que anunciara que la rectora, doctora Ana Jaramillo, iba a descubrir una placa de la universidad colocada en el muro. (N. de la R.: pero ni hablar del momento de la foto donde el Señor Intendente don Mario Barbieri, ahí si se prendió al ladito de la Dra. Jaramillo para descubrir a modo de inauguración la obra realizada por estos jóvenes)
Y de la filmación ni hablar. Filmaron todo, desde que llegaron hasta que se fueron, incluyendo las discusiones con los alcahuetes del intendente y cada una de las ceremonias cívico-militares.
Van a subir las imágenes a la página web de la UNLa, eliminando discursos de "jetones y figurones", según sus propias palabras. Habrá que tomar las imágenes de ahí, porque no quieren saber nada de entregárselas a la Comisión.
Y creo que tienen razón, yo haría lo mismo, mas allá de que el único que faltó a su palabra fu el Intendente local y toda su planta.
Daniel Brion
Daniel López, Francis Mojica, Fernando Recupero y Daniel Minieri fueron como voluntarios, viajaron 180 kilómetros en vehículo propio y se pagaron la nafta. Llevaron dos juegos de cadenas que pesaban 400 kilos. Cargaron, además, herramientas y materiales de trabajo (una máquina de gran porte para cortar hierro, dos amoladoras de mano, una dobladora de caños, una soldadora eléctrica, elementos de iluminación para trabajo nocturno, taladros con percutor, taladro para trabajo liviano, 10 kilos de electrodos, 30 metros lineales de hierro ángulo, 40 metros lineales de planchuela de 80 mm, 24 litros de pintura de diferentes tipos, guantes, antiparras, guardapolvos con plomo y otros elementos de seguridad para el trabajo, además de equipo y víveres para montar un campamento de tres días). Todo esto pesaba 250 kilos.
Los emisarios del intendente primero quisieron impedir que se colocara el cartel, alegando que los muchachos carecían de un permiso de la municipalidad. Después, pretendían que se dejara en el suelo, a un costado.
En la noche de ese viernes, César González Trejo y yo (Roberto Bardini) llamamos a tres funcionarios municipales (el secretario de gabinete, el delegado zonal y el secretario de cultura). En síntesis, en el transcurso de diferentes discusiones les dijimos que si el domingo llegábamos con la combi de la universidad –que trasladaba a los muchachos de deporte y atletismo– y el cartel no estaba, se iba a armar la podrida. En algún momento le prometí a uno que entre los de la Universidad y los veteranos de Malvinas los íbamos a cagar a trompadas y que después íbamos a incendiar el centro de San Pedro. (N. de la R.: Esto se suma a la gestión que el Presidente de la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a la Vuelta de Obligado, Señor Luis Launay también realizaba ante autoridades municipales y el Secretario General Sr. Daniel Brion ante el Consejo Deliberante)
Los cuatro muchachos se mataron laburando todo el sábado, contra el reloj. En ningún momento recibieron algún respaldo de alguien de la Comisión. (N. de la R.: La situación hizo que pensaran eso, mientras desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se agotaban instancias para tratar de ayudarles)
El mismo día del acto, Juan Loiseau, director de la carrera de Deportes y Atletismo de la UNLa, tuvo que "apretar" al locutor oficial para que anunciara que la rectora, doctora Ana Jaramillo, iba a descubrir una placa de la universidad colocada en el muro. (N. de la R.: pero ni hablar del momento de la foto donde el Señor Intendente don Mario Barbieri, ahí si se prendió al ladito de la Dra. Jaramillo para descubrir a modo de inauguración la obra realizada por estos jóvenes)
Y de la filmación ni hablar. Filmaron todo, desde que llegaron hasta que se fueron, incluyendo las discusiones con los alcahuetes del intendente y cada una de las ceremonias cívico-militares.
Van a subir las imágenes a la página web de la UNLa, eliminando discursos de "jetones y figurones", según sus propias palabras. Habrá que tomar las imágenes de ahí, porque no quieren saber nada de entregárselas a la Comisión.
Y creo que tienen razón, yo haría lo mismo, mas allá de que el único que faltó a su palabra fu el Intendente local y toda su planta.
Daniel Brion